Esta noche no era una noche cualquier era una de esas noche
en las que tienes ese calor interior que
nada te lo puede saciar pues no es calor del clima es el calor interior que
fluye desde la mente y se esparce por el cuerpo hasta llegar a tu sexo.
Corrían las dos de la mañana yo recién llegaba de la fiesta
anual de mi trabajo, con algunos tragos demás por encima pero aun con capacidad
para responder por mis actos cuando de repente suena mi celular es pedro uno de los jefes del trabajo quien
me pregunta que en donde es que estoy que me invita a seguir en la fiesta a fin
y al cabo a otro día es domingo me dicen que irían algunos compañeros mas del
trabajo por lo cual acepte. Pasan por mí a mi casa son tres autos los que se
paran frente a mi casa de uno de ellos baja pedro, rebeca y Manuel quienes me
invitan a subir a auto en donde vienen ellos subimos y nos dirigimos a un club
nocturno en donde continuamos con la fiesta entre broma y broma las verdades
fueron saliendo rebeca me pidió que la acompañara al baño en donde de camino al
baño me tomo la nalga cosa a la cual no le di importancia pues es cotorreo que
seguido se suele dar en este tipo de ambiente en el baño me comento que ya hace
rato que Manuel la manoseaba y que ya la había calentado metiéndole la mano
bajo el vestido. Narrándome lo sucedido de tal manera que me empezaba a sentir
las manos de ella tan y como me contaba la historia pero de repente un Aston de
puerta me regreso a la realidad en donde me encontraba en el baño con rebeca
lamiendo mi vagina mientras yo me encontraba sobre el lavabo el placer era algo
muy sabroso con algo de morbo pues barias chicas salían del baño después de ver
tal escena así es que pare ese momento y no puede bajar la calentura así es que
decidimos salir del lugar con nuestros dos hombre Pedro y Manuel que nos llevaron
a un motel en donde de camino allá rebeca la daba una mamada a Manuel quien
codicia el auto mientras pedro venía con una cierta fascinación con mi vagina
la sensación de morbo era algo que no avía vivido pues cada carro que pasaba se
nos quedaban viendo y cada semáforo no dejaban de mirarme seria que nos veían o
que no podía dejar de gritar de tan rico que sentía la verdad es que no supe
cuantos orgasmos tuve en ese carro ese día pero al llegar al hotel ya no llevaba
la tanga y rebeca ya se encontraba sentí desnuda pues el vestido se encontraba
en su cintura el sexo fue algo que no me llegue a esperar pues al principio me encontraba
con Manuel penetrándome en la cama por mi vagina mientras Manuel y rebeca se
encontraba en la misma posición en un momento se encontraron pedro y Manuel penetrándome
uno por la vagina y el otro por la boca mientras rebeca e tocaba al término de haber
saciado nuestras ganas inmensas de sexo me llevaron a casa en donde dormí hasta
recordar hoy que avía echo y escribía esto para ustedes espero sus comentarios.
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