Desde hace algunas semanas me dice que la acompañe, he terminado mi primer año de universidad, mi madre tiene cuarenta y dos años, considero que se encuentra bien, yo me muero de celos cada vez que la veo tonteando con mi padre en casa, el cual no para de halagarla, por su tipo, por la ropa o por el mero echo de ir a la peluquería, cada vez que trae alguna prenda nueva, bien sea unos tacones o un jeans, le hace un pase de modelos, en muchas ocasiones los escucho en la planta de arriba donde esta su dormitorio, jugando y riendo, oigo como se mueven los muebles de su habitación o la ducha a horas poco frecuentes de uso.
Me llamó por teléfono y me dijo que se podía escapar un tiempo del despacho para buscar el vestido, hemos pasado por diferentes boutique y ha probado varios, aunque yo no voy a asistir a la fiesta, también he probado alguna ropa, por fin ha encontrado un lugar donde varios les quedaban muy bien, le hacían un cuerpo muy atractivo con hombros y espalda al desnudo, otros cortos que le dejan sus piernas morenas al aire.
Veía como el vendedor, un hombre de su edad aproximadamente, la halagaba y con la excusa de que le sentaran mejor, no perdía la ocasión para tocarla, de lo cual, no he notado en ningún momento que a ella le incomodara, yo me encontraba en un diván, sentada frente a un gran espejo donde veía los modelos, el vendedor siempre quería hacerme cómplice, diciendo lo guapa que era mi madre, la talla, o lo bien que le sentaba, me di cuenta que no dejaba de cortejarla, y mientras le arreglaba un tirante, yo decidí calentar el ambiente, subí discretamente mi falda, de lo cual el no tardo ni un segundo en darse cuenta, ahora mientras mi madre pasaba al vestidor, el se situaba estratégicamente para mirarme a través del espejo, yo lo veía claramente, mientras dejaba caer el tirante de mi top, aunque hiciera como estar atenta a mi móvil, inocentemente entreabrí las piernas, el como un halcón, no dejó de mirar hacia mis braguitas, yo seguía insinuándome y el ya no sabia donde atender, si hacia mi madre que era la clienta o hacia mi, me levanté, arregle mi falda y top y me pasé por el stand de trajes de baño, mi madre desde donde se encontraba me decía, ¿Por qué no pruebas algo?.
Me acerque al vendedor y le pregunte si tenían baño para clientes, se ofreció a acompañarme mientras mi madre seguía en sus pruebas, pasamos por el fondo de la boutique y note como se acercaba a mi, le mire y le sonreí, quería seguir con este juego que me estaba divirtiendo, en el interior, me quite las braguitas y las metí en el bolso, me esperaba junto a la puerta, salí y nos dirigimos hacia el vestidor, mi madre ya tenia decidida la compra, un vestido color rojo con un gran escote por delante y detrás, en una gasa transparente, mientras terminaba de acortar el largo, volví a la carga, deje a la vista mis piernas desnudas, y de nuevo como si tuviera un imán, atraje su mirada, ahora le estaba dejando una vista inesperada, yo seguía con el móvil, lo miraba a través de la cámara y veía como se tocaba la entrepierna, que cada vez la tenia mas abultada, lo miré y sonreí, me levante y cogí un bikini negro con el tanga pequeño y algunos mas, en ese instante sonó el teléfono de mi madre, la oí hablar, salio del vestidor, al tiempo que yo le decía que iba a pasar a probar, ella me dijo: ? Me tengo que marchar, elije lo que quieras, y más tarde nos vemos.
Cogí algo mas, el me acompañó al vestidor, desde dentro escuché a mi madre despedirse, me coloque uno de color blanco con un filo brillante por la braguita y el sujetador, decidí llamar al vendedor, el abrió la cortina al instante, me fundió con la mirada, le pregunte que tal, que no estaba muy convencida, que lo notaba algo grande de talla, el no tardo en llevar sus manos al bikini y comenzó a proponer una compostura, lo deje que me toqueteara, mientras veía por el espejo que ya no intentaba disimular la erección, decidí probar otro, ahora un triquini naranja y lo mismo, esta vez me coloque las sandalias y salí al gran espejo de la tienda, lo deje que me mirara como quisiera e incluso sus manos fueron a mas, le sonreí a través del espejo, lo notaba algo nervioso, a mi me excitaba ese juego, de nuevo lo dejé con la miel en los labios, ahora el bikini negro, esta vez estaba decidida para ir al final, le llame pidiéndole que por favor me ayudara a anudar el bikini, cuando entro me encontró de espalda en braguita con los cachetes al aire y con el pecho desnudo, me veía perfectamente por el espejo, y ya no pudo aguantar mas, detrás atrás, comenzó a meterme mano por delante y por detrás, yo llevé mis manos hacia atrás y mientras me besaba por el cuelo yo tocaba su pene erecto y duro, lo apreté varias veces y aun con el pantalón, comencé a masturbarlo, al instante sentí como eyaculaba, sentí la humedad sujetando su pene dentro del pantalón, me separe de el, lo besé y le hice salir, me cambié y deje la ropa dentro, me despedí diciendo que volvería otro día con mi madre, allí se quedo intentando disimular la mancha de su entrepierna mientras yo me colocaba las gafas de sol y el bolso al hombro.
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