miércoles, 13 de julio de 2016

Mi Gran Sorpresa

Tendrá año y medio que me junte con mi mujer Ariel pues después de tener año y medio de nos novios y ver que compartíamos los mismos intereses sexuales liberales.
Aquella noche llegue del trabajo y me encuentro a Ariel preparando la cena con una bata, dejaba ver sus enormes pechos que le colgaban, entre en la cocina me puse tras de ella y comencé a manosear sus grandes tetas, baje una mano a su entrepierna para tocarle el coño y note que no traía bragas, fue entonces cuando me dijo. -Te tengo una sorpresa pero para al rato primero cenemos, la cena paso y tomándome de la mano me llevo a la recamara me metió al baño y me dijo. Date un baño en la que yo me prepara para ti, me metí a bañar y cuando salí mi esposa me dijo. Recuéstate en la cama que en un momento voy, me recosté en la cama y nuevamente dijo. Véndate los ojos que voy a entrar, entro muy sexy y me encontró con los ojos descubiertos y me dijo. Así no funciona, tomo un pañuelo y me tapo los ojos, tomo un listón y me amarro la manos a la cabecera y me dijo ya vuelvo, salió yo ansioso, recostado en la cama cuando me dijo. Ya regrese, desamarro mi bata la abrió y comenzó a darme una mamada comencé a sentir su agitación en su respirar y escuche a Ariel susurrándome al oído mientras yo sentía que me mamaba la verga decir. Te gusta tu regalo, en este momento mi abdomen sintió un cosquilleo y excitación y le conteste. Claro que si Se siente bien Sabe mamar la verga, Ariel – y Quiere que te la cojas. Yo – Que rico. Aquella mujer subió hasta mis caderas, tomando la pija firmemente la iba introduciendo en ella mientras yo sentía como poco a poco mi pija se abría paso en su estrecha vagina y comenzó a moverse sacando gemidos de placer muy sensuales y excitantes, fue entonces que Ariel decidió quitarme la venda de los ojos, al principio no podía ver del todo bien todo se veía borroso y cuando por fin pude ver bien me di cuenta de que aquella mujer que me estaba cabalgando era mi hermana aquella quien me presento a Ariel, mi hermana seguía cabalgándome mientras le rebotaban las enormes tetas, esto subió mi excitación un nivel más de saber que me estaba cogiendo a mi hermana, ella se recostó sobre mi haciendo contacto con sus tetas dándome un gran y excitante beso en la boca y diciéndome. – y ahora también soy tu puta, fue en ese momento en el que no guante más y la rállenle toda de leche, ese día quedamos satisfechos con toda esa sorpresa que me tenían preparado.
Después me conto mi Ariel el cómo es que llego a pasar esto, resulto que desde que eran amigas mi hermana le contaba las ganas de cogerme que traían y cuando nos presentó quedaron en que si llegábamos a tener algo la involucraría pues siendo mi hermana no podía tratar de seducirme sin verse ml si la llegaba a rechazar.




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