sábado, 19 de agosto de 2017

Cuatro Para La Viuda

Les mando un cordial saludo a Cuentossexuales y a todos los que leen este sitio como yo.
Este es una historia verdadera que me paso y me gusto y hoy que he encontrado en donde compartirlo se los contare.

A mis 41 años de edad mi esposo falleció y desde que falleció no tenía quién me consolará ¡si saben a lo que me refiero! no soy la mujer más sensual de mi calle y tampoco soy la mujer que anda de ofrecida con cualquier hombre, sé que no estoy joven y que son pocos los hombres que se fijarían en mí. Soy delgada, de test clara y con canas por lo que me pongo color en el cabello, no tengo nalga ni pecho fui desafortunada en ese aspecto, mi esposo era el sociable de nosotros, por lo que los vecinos mantienen su distancia.

Pasaron tres años de la muerte de mi esposo, me cambie de casa a una más pequeña pues aquella era demasiado grande para mí. Un día al regresar del trabajo mi llegue al súper a comprar algunas cosas, el tiempo pasó hasta que estaban a punto de cerrar así salí con algunas bolsas en mano estaba oscuro por todos lados, lo bueno era que vivía a unas cuadras de ahí y decidí camina pero de pronto al pasar por una calle se me acercó un hombre por detrás. Mi cuerpo se paralizo y escuche un gran suspiro en mi oído:
-mmmmmmmmm Que rico huele.
Estaba totalmente paralizada, mi cuerpo no responde mis piernas temblaban y no puedo gritar.
Una camioneta se frena repentinamente en la calle.
-No grites y sube a la camioneta.
El hombre me tapa la boca mientras otros dos me toman del cuerpo y me suben a la camioneta.
-esta huele rico y se ve que tiene un buen sin que se la cojan.
Uno de ellos sabía mi domicilio me llevaron a casa y uno de ellos comenzó a manosearme.
-Carguen la camioneta, esta perra y yo nos divertiremos en la cama.
Me subió hasta la habitación yo amordazada y atada de manos me aventó a la cama ato mis mano a la cabecera y me arranco la ropa rompiéndola en totalidad supe lo que pasaría mi cuerpo lo pedía y mi corazón se aceleraba como el de una jovencita en su primera vez. Se subió en mí y sacó una navaja con la que rompió mi blusa, el sostén y los aventó lejos comenzó a mamar mis pequeñas tetas.
-pero que rico hueles me encantan las putas que huelen rico.
Se sacó el pene era un pene de tamaño normal, me toco la pepa toda mojada
.
-que puta ya estas mojada y no pones resistencia. Así es mejor-
Me embistió con gran fuerza de nuevo sentí el placer de tener un hombre dentro de mí, mi cuerpo vibraba de sentir nuevamente un buen pene erecto me embistió hasta el cansancio la cabecera golpeaba la pared con fuerza mis gemidos eran imparables, mi cuerpo se estremeció de pronto un orgasmo se hizo presente en mi cuerpo  de pronto sentí como se corrió dentro de mí.
Subieron sus tres compañeros y él les dijo:
-Es toda suya, le gusta que la cojan le encanta ser una puta.
uno de gran cuerpo e puso a mi lado otro en mi vagina de nuevo sacando sus penes comunes mientras que el otro sacó una gran verga descomunal de por lo menos el doble de las otras en lo largo un poco más gruesa que me metió en la boca después de quitarme la mordaza me embistieron una y otra vez hasta que el que estaba en mi vagina se corrió en mi abdomen y fue entonces que el pene grande se puso en mi vagina pude sentir como se sentía realmente algo así de grande nunca lo había tenido me hizo gemir como ninguno ya sin mordaza le pedía que no parara que me diera más y más duro el hombre se excitaba más cada vez que se lo pedía  me provocó tres orgasmos ese pene y me dejaron en la cama sin fuerzas siquiera para levantarme.


Un mes después fueron detenido asaltar a otra mujer, no fui yo pues ni siquiera los denuncie ahora espero tener otro pene igual que ese pues los consoladores no me satisfaces no se siente igual. 

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