Amor Yo sé que no fui el primero entre tus piernas lo supe desde antes de nuestro noviazgo, sabía que eres una puta y por un momento creí que podía cambiarte pero con el tiempo aprendí que eso era lo mejor de ti.
Me excita ver el cómo vistes con tus minifaldas cortas esas blusas escotadas esos pantalones tan pegaditos o aquel vestido rojo que te pones con la espalda descubierta las tetas casi encueradas que aunque es largo ese corte que llega hasta tus piernas dejando muy poco a la imaginación. Todos mis amigos sueñan en tener abierta de piernas en su cama meterte la verga en esa panocha tan rosadita que tienes, o en tu boquita chiquita de dónde salen tantas groserías y el decirte lo gran puta que eres con esas palabras que te encantan cuando estamos en la cama.
Sé que muchas de las cosas que me cuentas qué les pasa a tus amigas son tuyas como la que me platicaste de tu amiga Ruby. Qué terminó cogida por el tío de su amiga, el tal llamado Ulises que me dijiste a detalle la tremenda verga que tenía, Incluso en la posición en la que la puso sin olvidar esos detalles de todo lo que sentía cuando se la metía, esos diálogos tan exactos con palabras que jamás escuché a Ruby decir.
También sé que desde que nos casamos mi jefe techo el ojo y pues es a mí a quien manda por semanas fuera de casa para poder darte buenas cogidas sin que yo me enteré pero todos los de la empresa lo saben cada platica en su oficina no son plática sobre mí, sino de la puta que viene a que se la coja el jefe.
Sólo te digo que ya lo sé y sé que no lo dejarás. Te confieso que también me gusta que lo hagas sólo te pido que me lo digas con sinceridad y que me cuentes a detalle todos las aventuras. Ya que regrese de este trabajo espero hayas leído mi carta y me esperes con una aventura nueva.
Te amo puta.
Atentamente. Tu marido
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