martes, 14 de junio de 2016

Cogiendo Con Mi Cuñada Maricela

Hace un tiempo el esposo de mi cuñada se accidento en su motocicleta así que tuvo que mantenerse en cama por unas semanas ya que tubo barias fracturas en todo el cuerpo y tanto mi cuñada como su suegra  le servían en todo. La suegra de mi cuñada es algo exigente por lo que prefiere dejarlo a su cuidado.

Debido al cumpleaños de mi suegro nos reunimos en su casa para festejar sus 62 años. Laura mi esposa desde nuestra llegada a casa de mis suegros se la paso en platica con Maricela "Mi Cuñada" de los sus cosas, mientras yo platico con mi suegro y mi cuñado Ernesto, mientras no echamos unas cervezas. De regreso llevamos a Maricela a su casa.
En los siguientes días Marcela visitaba a mi esposa todos los días y en ocasiones tenía que llevarla a casa, en una de esas ocasiones, por asares del destino se me poncho una llanta en esa avenida en donde se suelen poner la putas, mientras cambiaba la llanta, las putas subían una tras otra a los carros que se paraban, mi erección era evidente después de pensar en esas putas.
Al subir a carro no pude ocultar mi erección, mi cuñada haciéndome plática me comenta.
-cuanta puta, Hasta me gustaría ser una de ellas en ocasiones.
No pude contestar a eso, pues fue un momento muy incómodo en el que no sabía que contestarle. Pero ella nuevamente comento.
-con eso de que mi esposo esta fracturado pues no podemos coger y menos podemos con mi suegra en casa.
Yo -no verdad así como.
-tengo ganas de coger con una vergota.
Ese momento fue incomodo pero a ella no le basto y comenzó a acariciarme por encima del pantalón tanta insistencia que me metí a un motel y la desvestí. He de decir que no es una mujer de grandes atributos pues es una mujer delgada no muchas tetas y no tiene nalga. Comenzó dándome una suave mamada en la verga, me recostó y subió encima de mí se podía ver su concha con sus labios bien abiertos y mojados tomo mi verga y la ensarto en su concha no sé si abra sido el morbo de que era la hermana de mi mujer pero lo sentí muy placentero sentir el interior ir abriendo paso en su concha, se movía de un lado a otro brincando en mi verga hasta que le llene la concha.
Al día siguiente no hubo necesidad de nada solo llegamos al motel nuevamente a coger, la desvestí la puse contrala pared me acerque por detrás me flexione un poco y la ensarte, me des flexione cuando la tenía ensartada y no tocaba el piso, la tome de la cintura y comencé a envestirla hasta llenarle la concha.


Después de quince días su esposo se recuperó y pero no nos hemos olvidado de aquello que paso.




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