La Chica De Los Jeans La Chica Torres

Hace algunos días que me contactó una chica a la que llamaremos la chica torres

la cual me mandó una historia muy rica que le erizaba la piel a cualquier lector, después de haber leído su historia me dejó totalmente en la excitación pero no podía hacer nada más que aguantar esas rotundas ganas de coger o tocarme, pues me encontraba en el trabajo y es muy posible que cualquiera pueda ver mis movimientos cachondos. yo se que eso es excitante pero me resistí.

esa noche al llegar a mi casa me recosté en mi cama pero me encontraba con bastante cansancio encima y fue así como sin darme cuenta.

Estaba en su historia tocando a esa chica si la chica torres acariciando sus ajustados jeans posando mis manos por sus piernas sintiendo la textura de la mezclilla llevando mis dedos a ese pequeño y estrecho espacio en donde se esconde su feminidad, su aroma de mujer y ese placer que se desata en los momentos de pacion y lujuria que nos envuelve a todo ser, todo era tan real tan sólido que podía sentir su respirar en mi oído izquierdo, si ese respirar que quiere ser gemido y poco a poco introduzco mi mano es  bajo su pantalón y siento esa tibia y suave piel que puede envolver a una mujer, pero no me basta y continuó el recorrido hasta sentir que no puedo avanzar más pues sus jeans están muy estrechos llevo mis manos hasta el botón que actúa como cerrojo que apresa su piel. ya no estoy pensando en nada más que en esa mujer y su manjar que esconde en su ser. bajo sus jeans sin pensarlo y como una fina malla que oculta su ser esta una pequeña tanga que desprendo con delicadeza para ver esos perfectos labios que la hacen ser mujer.

fue entonces que regreso a mi cama con una enorme excitación y ganas de coger.

ahora pienso en ella y en todas esas fantasías que le quiero hacer  pienso en llegar a verla en un hotel para coger y que se lleve unas ricas mallas color piel para que los hombres la vean y parezca ir desnuda por la calle y vernos entrar al hotel para despojarla de toda prenda que traiga encima, se recueste en la cama para irme sobre ella y tocar su suave piel de mujer y entonces tener ese cuerpo a mi merced para disfrutar de su aroma, calor y tener la sensación de penetrarla y me diga al oído que le gusta que me la coja darle fuertemente hasta hacerla tener un orgasmo y entonces ponerla en cuatro para seguir cogiendola una y otra ves sintiendo su calor interior hasta dejarla saciada y mandarla a casa con su esposo que no sabrá lo rico que a cogido y entonces el la cojera de nuevo.